El pasado 26 de junio se dio a conocer una noticia que conmocionó no sólo a una comunidad, sino también a todo un país. Una niña de 10 años había sido violada y quemada en un descampado de la vecina localidad de Coronel Dorrego. Se trata de Rocío Álvarez, quien hoy pelea por su vida en el hospital de niños, Juan Garrahan.
El hecho comenzó cuando Rocío se dirigía en bicicleta hasta el club Independiente, lugar donde practicaba básquet. En ese momento, el destino quiso que se cruce con una persona –si se puede llamar así- que le cambió la vida para siempre: Mauro Schetchel, de 27 años. Éste, en forma involuntaria, habría atropellado a la víctima y debido al accidente se ofreció para acercarla hasta el hospital local para que a la niña se le efectuaran las curaciones pertinentes.
Sin embargo, esto no fue así. Una vez con la niña en su automóvil, Schetchel la llevó a un descampado de la zona. Allí abusó sexualmente de ella, luego la empapó con querosene y posteriormente la quemó. Ya con el hecho consumado, el victimario huyó pensando que había asesinado a la menor. No obstante, Rocío continúa hoy peleando por vivir.
Marzo de 2006. En Tres Arroyos se dio una situación similar. Pero, lamentablemente en esa oportunidad, el desenlace fue otro. Florencia Micaela Cuevas, de 12 años, fue violada y asesinada por un menor de 17.
Después de una fiesta, en la que hubo alcohol de por medio, ambos se retiraron juntos. Al día siguiente, la chica apareció muerta en el arroyo Orellano y con signos de haber sido abusada sexualmente.
Con estos dos hechos sobre el tapete, vale cuestionarse qué debe hacerse con tales individuos.
Indudablemente una pena ejemplar se le debería aplicar. Y cuanto más dura sea, tanto mejor. Más allá que en el 70 por ciento de los casos se trata de personas con enfermedades psicológicas, también es cierto que las víctimas de abusos sexuales sufrirán las consecuencias psíquicas por el resto de su vida, si es que no la pierden como parte del acto.
1 comentarios:
Hola muy interesante nota, sigan asi.
me gusta mucho este blogs, lo leo siempre.
saludos
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