Un horizonte nublado


En los últimos diez años el sistema educativo ha atravesado una delicada situación, particularmente en lo que respecta a la problemática de la deserción escolar. Fuentes nacionales aseguran que cada vez son más las escuelas públicas que presencian el constante abandono de alumnos. Tres Arroyos no es ajena a esta problemática que afecta a todo el país y, según especialistas consultados, las cifras son alarmantes.

De acuerdo con el Ministerio de Educación de la Nación, un 50 % de los adolescentes que ingresan al secundario no terminan sus estudios. 15,9 % es el porcentaje de chicos que repiten octavo año en la actual Educación Secundaria Básica (ESB) en el ámbito de la provincia de Buenos Aires.

El profesor Claudio Santa María, rector del Instituto Superior de Ciencias de la Salud de Buenos Aires, realizó encuestas a más de 30 mil adolescentes en los últimos años. A partir de esos testimonios, pudo llegar a la conclusión de que “el crecimiento en los índices de abandono y repitencia encuentra origen en varios factores: pesa mucho la desintegración familiar y no hay un modelo cultural en cual el estudio tenga valor”.

En Tres Arroyos, fuentes consultadas por el equipo de Semana 3A revelaron que, si bien las cifras son parciales y acotadas a algunos establecimientos en particular, los índices son preocupantes y permiten inferir un panorama similar, al menos en el área de la ciudad cabecera.

Entre las causas de abandono, los consultados coinciden en señalar que los alumnos no tienen motivación para ir a la escuela. Concurren al colegio a “probar suerte” y ante la posibilidad de un trabajo, optan por este último antes que por el estudio.

Sin dudas, esta problemática va de la mano de la crisis social que atraviesa el país. Cada vez son más los adolescentes desorientados sobre su futuro y en la sociedad la escuela cumple una función asistencialista, dejando de lado su fin primordial: la formación educativa de los jóvenes para poder desempeñarse en el futuro.

Las universidades e institutos superiores también sufren esta situación. De quienes ingresan a una carrera de nivel terciario o superior, sólo el 15 % suele finalizarla. Todo parece indicar que se trata de un grave problema social y cultural, cuya consecuencia es que la educación tenga cada vez menos valor.

El sistema educativo debe crear nuevas medidas para acabar con la deserción. Sin embargo el conflicto proviene de otras cuestiones más de fondo, como son la integración social y la pobreza, entre otras.

La institución escolar cobra cada año más desprestigio. Es necesario tomar medidas para acabar con esta situación, básicamente porque quienes son el futuro del país no saben hacia dónde ir.

0 comentarios: