Alta tensión

14
sep
2008


En los últimos meses, los argentinos se han acostumbrado a vivir de paro en paro: productores agropecuarios, maestros, empleados municipales. Sin duda se está ante la presencia de un conflicto político, económico y social de gran importancia. Tres Arroyos no está exento a este problema, que continuará durante las próximas semanas.

La fotografía de la ciudad en estos últimos días es inusual. Si se realiza un recorrido imaginario por los principales lugares de Tres Arroyos y se lo enfrenta con lo que está sucediendo, la imagen será diferente. Las oficinas de la municipalidad vacías; las aulas en silencio producto de la ausencia de profesores, alumnos que reclaman lo que es justo y les pertenece; marcha en frente del palacio municipal. Todos elementos que forman parte del actual escenario de la ciudad.

Los empleados municipales reclaman desde hace varios meses una recomposición salarial, además del pedido de derogación de la ley N° 11.757, la cual –según lo dicho por los voceros habituales del grupo- se avala la precariedad laboral.

Mientras que la situación es cada vez más tensa y deciden cómo seguirán sus medidas de fuerza, el intendente de la ciudad, Carlos Sánchez, muestra una postura firme, poco creíble, que enciende aún más el conflicto. En vez de aminorar el problema y buscar una solución, el jefe municipal parecería querer apagar el fuego con un bidón de nafta. Las consecuencias de la posible explosión parecen cada vez más incalculables.

En declaraciones a la prensa registradas en los últimos días, Sánchez expresó que: “le otorgamos (a los empelados municipales) un aumento que se adelantó a los índices inflacionarios. El hecho de que ahora pidan más plata bajo la excusa de compensar lo que no se les dio antes es una mentira absurda y malintencionada. (El sueldo de los trabajadores) fue incrementado un 20% por cierto, cuando en 2007 la inflación real, no la que dice el INDEC, era de 14%. Los gremialistas están llevando a los trabajadores a una posición difícil”, sentenció.

Mientras que el intendente asistió recientemente a la ciudad de Mar del Plata donde participó de un acto con el gobernador Daniel Scioli, sería interesante saber si dialogará con él respecto al conflicto que se está produciendo en su localidad.

Tres Arroyos está viviendo jornadas raras y cargadas de tensión. Sobre todo porque explota en el mismo momento en que otros sectores también reclaman por sus intereses y con un intendente que se muestra superado e imitando la actitud de la presidenta Cristina Fernández durante el conflicto con los productores agropecuarios.

Por el momento la problemática sigue. Las manifestaciones seguirán haciéndose presentes en la ciudad, cambiando –nuevamente- la postal tranquila y armoniosa a la que está acostumbrado el quehacer céntrico local. Los empleados municipales están cansados y están dispuestos a hacerse escuchar y buscar soluciones para su problema.

Será hora de ver cómo se maneja el intendente, que hasta ahora sólo mostró crudeza en sus palabras. Por el momento, se respira un aire cargado de bronca, con oficinas vacías, desorden y un conflicto cargado de alta tensión.

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